Durante el año 2007, la Patagonia Argentina experimentó un déficit generalizado de precipitaciones. Luego de la estación invernal, la acumulación de lluvias fue extremadamente menor que lo normal. Esto provocó una disminución tanto en la disponibilidad de agua para el ganado como en la producción forrajera. Ambos fenómenos, junto a la ocurrencia de temperaturas bajas y vientos muy fuertes, y sumados al manejo muchas veces no planificado del recurso forrajero afectaron dramáticamente la producción ganadera, con debilitamiento de los animales y considerable mortandad en la época de parición. Por esta situación se declaró estado de emergencia en la provincia del Chubut.

Por iniciativa de la Subsecretaría de Recursos Naturales de la Provincia del Chubut, se inició un trabajo conjunto entre el Centro de Investigación y Extensión Forestal Andino Patagónico (CIEFAP), el Centro Nacional Patagónico (CENPAT), y la Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA) del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, considerando que esta problemática se presenta en diferentes provincias del país.

El objetivo del mismo es realizar un monitoreo permanente de los recursos e implementar un sistema de alerta temprana frente a situaciones de escasez de agua forraje que posiblemente se incrementen como consecuencia del proceso de cambio climático.
Los resultados que se obtienen de estos estudios se podrán utilizar como base para el monitoreo de este fenómeno de toda la región patagónica.

Específicamente el proyecto de Monitoreo de la Sequia en la Provincia de Chubut tiene como objeto realizar un seguimiento permanente de las condiciones de la vegetación en toda la superficie de la Provincia basándose en datos obtenidos por sensores remotos. El territorio de la provincia de Chubut se considera como un área piloto siendo el fin ultimo del proyecto el desarrollo de un sistema de monitoreo de la vegetación con alcance regional.
Actualmente se utilizan datos provenientes del sensor MODIS y los correspondientes Índices de Vegetación calculados a partir de los mismos. El sensor está operativo desde comienzos del año 2000, y su alta resolución temporal permite obtener datos de toda la superficie provincial en forma diaria. La transformación de estos datos en compuestos de 16 días de Índices de Vegetación permite hacer una evaluación en tiempo cercano al real de las condiciones actuales de la vegetación a escala provincial. Hasta el momento la evaluación se realiza a través de dos productos, el Índice de Verde Relativo (VR) y el EVI (Enhanced Vegetation Index) acumulado por temporada. El primero esta disponible cada 16 días y realiza una descripción de la situación actual respecto al mismo periodo de tiempo en los años precedentes. El segundo se calcula al fin de la temporada de crecimiento de cada año (mes de mayo) y sirve para evaluar la temporada de crecimiento actual respecto de la media de las precedentes.

Basándose en la estrecha relación existente entre el índice de vegetación y la biomasa verde, dentro del proyecto se trabaja en la validación de los índices utilizados y su relación con datos de biomasa producida. Por otra parte se trabaja en relacionar estos datos con las condiciones climáticas precedentes con el fin de anticipar situaciones críticas que puedan afectar el recurso forrajero.

Actualmente, se está desarrollando una estratificación según cobertura vegetal del suelo a nivel provincial. Considerando la escasez de datos meteorológicos, esa estratificación toma como indicadores datos de índices de vegetación e información auxiliar proveniente de sensores remotos. De este modo se podrá determinar zonas de elevado riesgo frente al fenómeno de sequía.

Situación Actual

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El índice de Verde Relativo se calcula con el producto EVI elaborado a partir de datos provenientes del satélite MODIS
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